jueves, 9 de octubre de 2008

Su crisis, gracias

De un tiempo a esta parte me voy dando cuenta de la mentira que supone este sistema tan injusto como es el capitalismo. Supongo que me he ido dando cuenta poco a poco a raíz de esta publicitada crisis mundial, de la que ya estoy bastante agotado.
Agotado e indignado. Durante muchos años este sistema brutal, que cada vez asemejo más a un chantaje encubierto, o a una esclavitud maquillada, se ha ido alimentando día a día hasta el límite. Puede ser demagógico, pero no puedo evitar imaginarme a los peces gordos de este país hacerse cada vez más gordos. Si, si, imágen de cómic, pez gordo enfadado, comiendo sin parar y engordando mientras el resto le llevamos con miedo nuestra comida a su mesa. Enriquecerse con trabajo lo veo bien, pero no a costa de apretar al resto de ciudadanos que, sin inmutarse, cada día pagan más por lo que no cuesta tanto. Viviendas a precios imposibles, no poco asequibles, sino imposibles, menús desproporcionados, productos de ocio por las nubes... todo esto con un sueldo que no se mueve. Estamos hablando de acceso a un techo donde refugiarnos, de productos de primera necesidad, todos tenemos hambre en algún momento del día, de elementos de disfrute necesarios para no pegarnos un tiro... Todo se ha disparado tanto, tanto, que trabajamos sin parar para conformarnos con un poquito de cada una de esas cosas. Todo se ha desmadrado tanto que casi hay que dar las gracias por tener un trabajo, hay que arrodillarse ante los empresarios que permiten que puedas dejarte todo lo que tienes dentro, todo tu tiempo para hacer más productiva a esa empresa que te paga a final de mes un sueldo estático durante años con el que poder pagar una mínima parte de lo antes citado.
Todo esto es algo que vemos hasta normal. "Trabajo como un cerdo para poder vivir un poco". No estoy descubriendo América, pero bueno, así son las cosas desde que tengo uso de razón, se ha aceptado así este sistema, naces envuelto en él casi sin enterarte. Lo que verdaderamente me sorprende de todo esto es que ahora, cuando la explotación total ha llegado al límite, cuando los precios de las viviendas son tan desorbitados que la gente opta por no comprar, cuando el pez gordo, que ya es más que obeso, sigue queriendo más... llega la crisis, la recesión, la desaceleración acelerada, como se quiera llamar, y en vez de tomar medidas para la gente, en vez de en cierto modo, pedir perdón por todo este tiempo de abuso, es cuando más nos humillan.
Si, me siento humillado hasta límites insospechados. Y lo peor de todo es que, no hago nada por remediarlo, nadie hace nada, nadie se extraña. Resulta que cuando esos peces gordos ven sus ingresos un poco parados, tiene que llegar el gobierno de turno a inyectar dinero, a darles la mano para que no se caigan. (recuerdo algo obvio, el gobierno=todos los esclavos y chantajeados).
Vale, somos putas y encima ponemos la cama, pero no contentos con eso, las empresas aprovechan para despedir a una cantidad brutal de trabajadores. Por qué? Porque estamos en crisis, no lo sabes? Y no contentos con eso, el Gobierno se reúne con los tipos más ricos del país para hacernos a todos un favor: garantizar un poco más nuestros ahorros en caso de que esto se venga abajo de verdad. Ahh, muchas gracias por garantizarme un pequeño porcentaje de lo que es mío. ¡¡¡Que ya era mío, cojones!!!, que me vas a garantizar ahora. Pero como los peces gordos son así, inhumanos, llegan con su soberbia infinita y dicen ahora que antes de bajar el precio de los pisos, los regalan al banco. Textual: Chicote: "Que nadie espere que bajen un 30% ó un 40%, antes se los regalo al banco". Flipante. Pero tranquilos, que las medidas para el futuro que han tomado algunos son de lo que no hay: Vamos a abaratar el despido de los trabajadores de ahora en adelante. Cómo?? si, si, para ahorrar dinero. Y encima, para calmar a las masas, ya de por sí calmadísimas dicen, pero que nadie se alarme, que esta medida es para las nuevas contrataciones... Ahh, bueno, si a mí no me toca, que se jodan los nuevos jóvenes...
No soy economista, nunca he entendido de esto, de hecho no me atrae absolutamente nada, estoy seguro que cualquiera me rebatiría punto por punto todo lo que he expuesto con argumentos técnico-empresariales, pero hay algo que nadie me puede quitar, el fondo de la cuestión: una sensación. Y la que tengo es de esclavo chantajeado, y ahora humillado. Eso no me lo quita ni Botín con la mejor de sus ponencias.

No hay comentarios: