miércoles, 28 de octubre de 2009

¿Qué otras capacidades tienes?

Hace pocas horas, supongo que arrastrado por mi estado febril, comencé a hacer un extraño paralelismo mental, entre cabezadas de sueño, de una situación que hoy en día nos ahoga y de otra que siempre se ha repetido en épocas de guerra.
Me explico. Poco después de enterarme de que un nuevo medio de comunicación había echado el cierre (soitu.es) por la crisis económica, escuchaba de fondo en la televisión que miles de personas se habían presentado voluntarias en Sevilla para aparecer como extras en la última película de Tom Cruise que rodará en la ciudad andaluza. Miles de personas, de las que sólo escogerían a unas trescientas para aparecer corriendo en la última escena del filme. Desde luego, pensé, qué mal está el asunto. Miles de personas, en su mayoría parados, supuse, se presentan para vivir un 'nanosegundo' de fama mientras congelan la imagen del DVD y reconocen su cogote ante los amigos. El caso es que grabaron un instante del casting. ¡Parece que hasta para correr se requiere de una entrevista medio en profundidad hoy en día!. A uno de los candidatos, cuya profesión no recuerdo, pero que no debió convencer demasiado al entrevistador, se le preguntaba que qué otras capacidades tiene. El chico, algo avergonzado respondía que sabía algo de mecánica y, como sin querer desvelarlo, entre dientes, dijo que a parte es cinturón negro de Taekwondo.
No sé porqué extraña razón me vino a la mente una imagen de una película bélica ambientada en la Alemania nazi, en la que se hacía más o menos la misma pregunta. ¿Qué otras capacidades tienes? En ese caso, dependiendo de tus habilidades te calificaban como apto o no apto, o válido o no válido dependiendo de lo que contestaras. Pintores, filósofos, fotógrafos, periodistas, escritores... eran considerados no aptos, no válidos para esos tiempos de guerra.

Ese chaval que acudió al casting, pensé, sería mucho más apto que yo en una época de extrema necesidad como es una guerra. Sabe algo de mecánica y encima sabe luchar. Sin duda, apto. ¿Qué hubiera contestado yo? Soy periodista señor, mientras me tatuaban un NO APTO gigante en el cuello. Ya digo que estaba un poco febril, pero la situación era así en mi cabeza.

Es triste, pero hoy me siento afortunado por seguir ejerciendo mi profesión en unos tiempos donde miles de periodistas 'no aptos' para estos tiempos de 'guerra', engrosan las listas del Inem.
Si mañana me quedara sin trabajo y siguieramos perdiendo esta guerra moderna, donde los medios de comunicación siguen con su escalada de violencia de regulación de empleo y cierres masivos, me imagino nervioso, en una entrevista de trabajo, comenzando por decir que fui transportista, que estuve años hormigonando en el jardín de mis padres, que en la escuela me apunté a Judo y llegué a amarillo-naranja... y entre dientes, medio avergonzado contestaría que además soy periodista.